3.4.09

Actitud perdida...


Resulta que tras estudiar durante media vida, eres incapaz de encontrar un empleo. Para algunos posees demasiada formación (o información) y para otros demasiada poca. Diariamente desayunas con Infojobs. Quizás por efectos del sueño, comienzas interesándote sólo por aquellos empleos que en la Universidad te dijeron que ejercerías. Poco a poco, y tras comprobar que no encajas en ninguna, tu nivel de exigencia comienza a bajar. Demasiado. Así pues un día recibo una llamada de una prestigiosa agencia de comunicación, para formar parte de su equipo. Eso sí, de becario. No confundamos bondad con estupidez. Por eso, misericordiosos ellos, aceptarán acogerme a mí, oveja descarriada, y me apadrinarán cual niño abandonado.

Ya en la entrevista, surgen los primeros problemas. Yo, en un intento por completar mejor mi formación, ¡ya había realizado mis prácticas universitarias! No obstante, ellos dieron rápidamente con la solución: ¡Te haremos un contrato laboral de 2 horas, y trabajarás 8! ¡Oh! La felicidad me inundaba. ¡Trabajar gratis! La ilusión de mi vida. Acepté en trabajo, por que doblaba mis ingresos mensuales hasta la fecha: cero euros. Antes de finalizar la entrevista, pedí dos días libres por asuntos personales. La respuesta fue: “Pues me los tendrás que pagar”. El colmo, en un minuto había pasado de trabajar gratis a pagar por ello.

Llegó el primer día, la primera semana… Tenía 1 hora y media para comer. “Puedes comer aquí, en la cocina”, me decían. Aunque yo sólo veía un microondas y una barra americana a un 1.30cm de altura, sin sillas. Resulta que una semana, el trabajo nos inundaba, e incluso yo “becaria” me tuve que quedar más de mi tiempo, del real, no del que figuraba en los papeles. No obstante, me marché antes que los demás, porque ellos tenían un salario normal y a fin de cuentas, yo sólo “trabajaba 2 horas como becario”. Vi algún que otro rostro fastidiado, pero nadie me dijo nada.

Ayer, cuando faltaban veinte minutos para salir, el jefe me llama a su despacho. Me dice que me despiden por mi ACTITUD. “…a veces sales a menos cinco, a menos tres…”, yo lo negué. (¿Qué te debo 3 minutos? Si quieres te los pago, serían uno 0.002 céntimos?). Para acabar con más buen rollo me dijo “…con esa actitud nunca triunfarás en el mundo de la publicad…”. ¿Qué actitud? ¿El dejarme explotar? ¿La esclavitud? Creía que ya la habían abolido…Tenía un contrato “de cara a la galería” como les gustaba llamarlo, de 2 horas y trabajaba 8. Cobraba 250e, cuando el sueldo de un becario oscila entre 300-350e. Pero tenía que sentirme afortunada, porque en una empresa de unas 11 personas, 5 éramos becarios y sólo yo cobraba. Teniendo en cuenta que las empresas reciben dinero por tener becarios, ¡calculen! Ahora mi pregunta es ¿quién no tiene actitud? ¿O deberíamos llamarlo ética?

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