27.4.09

¡El susto del día!

Enciendes tu ordenador, abres el Google y...



¿Quién no se ha asustado?
¿Será un virus?

¿Será la versión japonesa?

!!Nooo!! !!!Es el aniversario del código morse!!!

La "Secreta"

Resulta que hoy hablaba con una amiga sobre la policía municipal en los pueblos, y el daño que han hecho las series de acción. Cuando ves en la televisión una serie policíaca, todos los polis están en forma, y si alguno no lo está, será probablemente el malo, que por eso es malo. A menudo ves como hay policías corruptos que se adueñan de la ciudad, o realizan actos ilegales. Y claro, con tanta serie de policías, al final algunos municipales se creen la ley en persona, o al menos, los más listos del lugar. Comienzan ha hacer algún trapicheo que otro, pero se les olvida una cosa: en los pueblos estas doblemente vigilado, están los municipales y la secreta, (todos esos cotillas que observan tus pasos día y noche). Por lo que estos ilegales, no tardan en caer. Y es que esto no es Miami Beach.




El gremio más importante dentro de está “secreta”, son las ancianas, a mayor edad mejor. Saben todos tus pasos, los comentan entre ellas, y si las pillas in fraganti, les dará igual. Recuerdo dos vecinas en particular. Una que vivía en el piso de arriba, vigilaba desde su balcón arropada bajo la oscuridad de la noche. Lo que ella no se daba cuenta, era que la farola de la calle, la alumbraba cual espectro de ultratumba. Así que además de una espía, teníamos una gárgola que decoraba nuestra fachada. La otra anciana, siempre se quejaba de su cadera, y para ejercitarla, en lugar de caminar, se dedicaba a subir y bajar las escaleras del vecindario un par de veces. A menudo cansada, se tenía que parar y apoyar su oreja en la puerta de cualquier vecino. Podemos dar fe, de que de oído andaba muy bien, pues la mujer se lo cuidaba. Y es que en los pueblos, se está más seguro a cargo de la secreta, que vela por tu completa seguridad sin indiscreción alguna, y todo ello gratuitamente.

¡Que vivan los pueblos!

21.4.09

Wonderfalls, locura adictiva

Está visto que ya no se descubren las series en la televisión, sino en Internet. Mientras la tele nos ofrece Aidas, Hombres de Paco, y demás series, clones intelectuales de Manolo y Benito, (a juzgar por el lenguaje, posiblemente lo escribieron ellos); en Internet podemos encontrar pequeñas joyas. Es el caso de Wonderfalls, donde basta ver el primer capítulo para saber que nos enganchará hasta el final.



No son necesarios actores despampanantes, ni provenientes del porno o de concursos de belleza. Esta serie ofrece personajes honestos, y sí, un poco locos. Pero las situaciones que se generan, son inimaginables, por no hablar el aire fresco y divertido que aportan los animales que hablan a la protagonista. Divertidos seres que con diálogos breves consiguen su cometido en la serie. La Disney hace uso de objetos inanimados como compañeros desde sus comienzos. Siempre como la pareja que acompaña al protagonista, que eternamente discuten entre ellos. Pero en Wonderfalls, estamos ante otra especie. Y no lo digo sólo por los leones cantarines, etc. El guión es magnífico. Además esta historia a medio camino entre la locura y la mitología, está ambientada en una tienda de souvenirs cutres, lo que ocasiona infinidad de situaciones peculiares.

Por favor, ¡denme un vídeo de "rendida a su destino"!

20.4.09

Reproductores Versus Auriculares. Historia del crecimiento a la inversa.

Cada día la tecnología es más pequeña, ocupa menos espacio. Hay una especie de lucha por minimizar todo. Los reproductores de música son un claro ejemplo. Quién no recuerda aquellos inmensos tocadiscos, con su ultrasensible aguja y su sonido de ultratumba. Pero entonces las casas eran más grandes, y es que tan sólo para el tocadiscos y los discos, necesitaban una habitación. Con el paso del tiempo, han ido encogiendo, cómo también lo han hecho las casas. Primero llego el casette, el rey de las gasolineras. Luego el Compact Disc, todo un hito en el diseño de espantapájaros. Y finalmente (de momento), el mp3, mp4 y sucesivos; que pueden llegar a ser más pequeños que un mechero.



Sin embargo, hay un fenómeno que se está dando últimamente que me mantiene intrigada. ¿Por qué el tamaño de los auriculares sigue un crecimiento inverso? Es decir, ¿por qué a medida que los reproductores encogen, los auriculares crecen? ¿No se han fijado, que cada día son más grandes y ostentosos? Es todo un paradigma. Te compras el reproductor más pequeño del mercado, para combinarlo con unos auriculares inmensos. Parece como si debiera haber una proporción de conjunto. Si el mp3 es pequeño, auriculares grandes; si es un walkman, auriculares medianos… Repasando un poco la historia, vemos que en sus comienzos los tocadiscos no poseían la opción de una escucha personalizada. Esto se debe, a que eran tan grandes que los auriculares debían ser minúsculos, por lo que para usarlos eran necesarias unas pinzas y guantes. Lo cual no era rentable y se desestimó. Y hay comenzó todo. Al parecer las mafias de la construcción de elementos de plástico sóloparausomusical manejan todo este cotarro, y exige que exista un mínimo de piezas, así pues, con la disminución del tamaño de los reproductores, los asustados diseñadores, han optado por aumentar el tamaño de lo auriculares para llegar a los niveles exigidos.

¿Qué será lo próximo? Si siguen reduciendo el tamaño de los mp3s, ¿Aparecerán los casco-auriculares? Ó ¿volverán a encoger los auriculares y reaparecerán de entre los muertos los walkmans?

¿Qué nos deparará este futuro incierto?

17.4.09

Qué bonita es la adolescencia... en la tele!

Faltan pocos días ya para el estreno de “Pagafantas”. Sí, todos sabemos que no la nominarán al oscar, ni que formará parte de los nuevos clásicos. Pero que más da, tampoco lo harán otras. Lo que me llama la atención son las diferencias entre las adolescencias americanas y las ibéricas. Ayer mismo se estrenó la serie americana "Gossip Girl", que no se si definirla como serie de terror o de ciencia ficción. Porque a mi parecer, todos los protagonistas aparentan 30 años y van al instituto. Esto sólo me deja dos posibilidades:

a) que las nuevas generaciones viene muy creciditos pero mal conservados, ó
b) Que con tanta droga y fiesta, llevan repitiendo el mismo curso 8 años.

La segunda opción parece la más real. Lo mejor de esta serie es la misma Gossip Girl, una especie de semidios, que nunca sale en pantalla, pero está en todos sitios. ¿Es un paparazzi? ¿Es dios? ¿El espíritu santo tal vez? ¿El espíritu de Mariñas?


Pero eso seguro que no ocurre en el Pagafantas, que es completamente fiel a la realidad. Los chicos y las chicas, no podrían trabajar de modelos, beben kalimotxo de los chinos en lugar de cócteles en el Rich, sufren cruelmente el acne, y no pillan… más que borracheras. Es la cruda realidad.

Otro caso interesante es el de “Física y Química”, digna sucesora de “Al salir de clase”. En esta serie, además de que en cada temporada muere uno, (yo iría acojonada a ese instituto, ¿Quién lo fundó, Jessica Flecher?), les pasan más cosas que a la mayoría de la gente en 20 años. Lo que te llega ha hacer sentir que has desaprovechado tu vida, porque no has visto 3 embarazos no deseados, una muerte trágica por año, profesores que se lían con alumnos, etc.… Tan sólo hiciste rico al chino de la esquina, que llego a colgar tu foto en la pared como cliente del mes.

Quizás sea que en los 80 éramos más inocentes, por aquello de ir en bici sin casco, jugar a lanzarnos piedras etc. Nadie se perdía ni un capítulo de “Salvados por la campana”, dónde también se liaban todos con todos (incluso con Screech, paradigma de la peculiaridad física). Pero liarse suponía darse un beso y punto. Se agradecía la leve esteorotipación de los personajes para su comprensión en la trama. Toda la humanidad se podía resumir en 5 personalidades: el guaperas, la guaperas, el fuerte, la empollona, la fashion y para el resto, el saco donde cabe todo Screech. ¿Predecesor tal vez del ser conocido como Pagafantas?
Lo veremos pronto, muy pronto.

14.4.09

SENTIMENTALISMO PUBLICITARIO

¿Será verdad lo que estoy viendo? ¿Publicidad con corazón? Sí, señores y señoras, estamos atrapados en una Navidad eterna. Pero no se preocupen, que ellos (las multinacionales) lo están pasando mucho peor que nosotros, y todo ello, todo su amor hacia el pueblo se refleja en sus anuncios.

Anuncios de compañías telefónicas.

¿Han visto ese, dónde un hombre pierde su empleo y antes de llegar a casa tiene otro? Sin entrar en el tema de la “apología del enchufismo”, diré que juega mucho con los sentimientos de muchas personas. Así que queridos parados, un consejo, dejen de ir al INEM, basta con llamar a todos los números de las páginas amarillas. Seguro que alguien les da trabajo, seguramente como friendo espárragos.

Es entonces, cuando un oponente de esta compañía, ataca con unas rebajas en las tarifas para los parados. Claro, así podrán llamar al señor de arriba que les enchufe en su compañía freidora. Vamos que en tiempos de crisis, que los parados dejen de quejarse, y que ahora que tienen tiempo libre, lo aprovechen para gastar.

La guerra contra las marcas blancas.
Otro de los efectos colaterales de la Crisis (suena un rayo al fondo). Es la guerra contra las marcas blancas. Yo ya conocía la guerra contra las manchas, vip Express lleva prediciendo el final de las frotaduras desde los 60. Pero esto es nuevo. Al parecer ahora en vez de intentar conseguir la blancura impecable, se trata de colorearla. Todos allí, 2 rojo, 3 azul…Ya me imagino los piquetes en el Súper.

“Señora deje esa caja de galletas morreo en el suelo y coja las oreo”,
y la señora “Es que mi marido y yo estamos en el paro, y …”
“Le he dicho que la suelte. ¿No se da cuenta, de que hay millones de personas que han estado investigando para que pueda chupar el interior sin que se deshaga?”
“Pero mi marido esta en el paro…”
“Pues mire, llame al señor de los espárragos que busca gente”.


Anuncios Low Cost

Otra de las consecuencias de la crisis en la publicidad, ha sido la aparición de anuncios Low Cost. Y no me refiero a esos anuncios cutres de 30min a los que ya estábamos acostumbrados. Me refiero a la aparición del cutrelux sin lux publicitaria. Citare dos ejemplos. Los anuncios de una compañía de móviles y de unos productos dietéticos. Los primeros comenzaron el año, enseñándonos un hombre que vomitaba al ver su factura. Lo cual alegraba todas las comidas familiares… Además, en mi modesta opinión, no creo que hiciera falta enseñar el vomito, ni la factura. El prota ya nos daba una idea de lo que se aveciaba. Para remediarlo cambiaron el anuncio. Ahora muestran unas señoritas en un boys, dónde el striper baila con la oferta en el pene… ¿Quién ideo la campaña? ¿Los guionistas de los bingueros? ¿El Papa para provocar la abstinencia? En fin… Pero cuando ya no podíamos llegar a niveles más desagradables, emiten el anuncio de un producto que purifica y limpia tu organismo. Representado por una aspiradora, que los modelos se meten por la boca. Dejo 5 minutos para que lo asimilen.

¿Una aspiradora? ¿Cuyo borde siempre esta lleno de pelusas y pelos? ¿O es que va a reponer “V”, y es una campaña encubierta? No saben, que la gente sin recursos, que probablemente trabajara friendo espárragos, ¿pueden llegar a imitar el anuncio con el aspirador de su casa? ¿Acaso no ocurrió lo mismo con la baba de caracol? ¿Qué los bosques se llenaron de domingueros restregándose caracoles?

Sólo queda decir que con esta publicidad crisiática… que Dios nos pille confesados…

8.4.09

Hoy no llueve (menos mal).

Resulta que provengo de un lugar donde sabes cuando empieza a llover, pero no, cuando dejará de hacerlo. Pero por cosas de la vida, me encuentro en la antípodas climáticas. Sin embargo, aquí también llueve. Y ayer llovió. Todos los lugareños, anonadados y casi entusiasmados ante ese hecho, sacaron sus paraguas, todos en perfectas condiciones y a conjunto de sus vestimentas. Eso es mala señal. Los que viven bajo la lluvia constante lo saben. Esto indica que la gente no sabe manejar sus paraguas. Si no tienen ninguna varilla rota, o hilos colgando… mala señal. Y en efecto, fue un mal indicio.

Nada más salir de casa, me cruzo en una acera de menos de 2metros con tres señoras, con sus respectivos y combinados paraguas. ¡Oh! Y cual es mi sorpresa que ninguna hace el menor esfuerzo paragüil, para que yo pueda pasar. Así pues, cojo mi paraguas cual espada láser yedai, y con un esplendido juego de muñeca consigo pasar, sin empotrarme contra la pared, ni mojarme.


No me acababa de secar el sudor de mi frente, cuando me encuentro con más obstáculos. Esta ocasión, unos sufridos adolescentes con problemas más sofisticados que el mismo cambio climático. Eran 7. Yo una. Siete paraguas contra uno. Las injusticias de la vida. Tampoco se apartaron, ni levantaron los paraguas, sólo me daban una opción: darme la vuelta e ir al mismo sitio con ellos. Lo pensé, pero no me convenció la idea de ser la única mayor de edad, y lo que eso suponía. Otra vez más, giro yedai y vuelta a empezar.

¿Es que nadie sabe manejar un paraguas? En todo mi recorrido, solo una persona aparto el paraguas, y desquebrajo toda mi teoría, porque su aspecto delataba que era de un lugar donde todavía llovía menos: África. Entonces, ¿Por qué el resto de la gente, no tenía ese lugar del cerebro activado, que nos ayuda a mover el paraguas? Todo ello me llevo a pensar, que esta gente confunde el joystick con el paraguas. Sí, sí, creen que apretando un botón, o incluso mentalmente, el paraguas cambia de tamaño o de inclinación. Ellos piensan “35 grados a la derecha”, (después de haber calculado el viento, claro está), y el paraguas cambia. Pero no es así. Yo espero que la proliferación de WII-s cambie este sistema, y la gente comience a desbloquear su muñeca. Eso, o abogo por la creación de autoescuelas de paraguas. Yo admito, que en las zonas más lluviosas también existen numerosos infractores. Los más conocidos son “las viejas con paraguas, que caminan bajo los soportales, y hacen que los pobres incautos que salieron sin paraguas, tengan que mojarse para que pasen ellas”. Pero este asunto lo dejaremos para otro día.

Pues lo dicho, que menos mal que hoy no llueve.

7.4.09

Un día especial entre miles de días cualquiera...


Sí, hay días más especiales que otros. ¿Porque descubrimos una vacuna milagrosa?¿porque nos toca la lotería?¿Porque llegamos al final del arco iris y capturamos al duende que nos lleva a la cazuela de oro? Pues...NO!

Y es que un día peculiar, tan sólo es peculiar para el que lo sabe mirar.

Resulta que te levantas y te duchas, costumbre muy agradecida esta por el resto de la humanidad. Entonces, mientras te aplicas el champú...tus mocos desaparecen!!! milagro!! milagro!! lazaro, levantate y anda, y traeme un kleenex, que no me lo creo. Si señor, es increíble hasta donde ha llegado la ciencia!! la nasa? la luna? no mejor açun, un champú mentolado más efectivo que el mismisimo vips vaporú. Que dicho sea de paso, tiene nombre de asociación de gente VIP. Pues lo dicho, que lejos llega la ciencia, y que felices somos con tan poco!!

6.4.09

Hurgando en la basura...

Un día más me acerco a esa plaza. Reina de los panfletos de turismo de la ciudad, indica el centro de la misma. Cada día me siento allí, y cada día se repiten las mismas escenas. Terminas conociendo a toda la gente, participas de sus vidas. Bueno no, de todas no. Bastan 5 minutos para que el primer inquilino llegue. Se acerca desinteresado por el universo de su alrededor, y hurga. Hurga en la basura, esperando encontrar un tesoro despreciado. No es el único. Pronto aparecerán otros. Jubilados, pensionistas, jóvenes, amas de casa… No hablan entre ellos, y tampoco se estorban. Cada uno tiene su turno. No vale llegar tarde. Es como hacer cola en la carnicería.



Parecen ajenos al paisaje natural y cosmopolita de la ciudad. Son entes que pasan desapercibidas. ¿Invisibles tal vez? No, in-mirables quizás. No existen, no son más que ruido en la imagen. Molestan.

Una bolsa del Mc Donalds cae al suelo. Una manzana rueda hacia la calle. Nunca será recogida por el barrendero. No pasan ni 5 minutos, cuando un busca tesoros da con ella. Está de suerte. Otros tendrán que hurgar en la basura. Tal vez, sea hora de que todos hurguemos en nuestra basura. En aquello a lo que negamos la existencia. Aquello que nos molesta. Nos avergüenza. Y preguntarnos quién ha caído más bajo. Quién tiene miedo. Quién debería avergonzarse. Quién vive rodeado de basura.

5.4.09

La increíble levedad del ser...

Admitámoslo: nos gusta estar enfermos. Tener algo. Y cuanto más particular, mejor. Nos hace sentirnos especiales “no es que yo…” ”…tengo no se qué…”. Porque cuando tiene el famoso virus que anda por ahí, que ya lo ha tenido su pareja, su vecino, etc. No mola. Es usted uno más, y debe dejarse recetar por su última víctima.

Con la edad, este sentimiento va en aumento. Así, el ritual de las salas de espera se convierte en todo un acto social, donde cada uno expone su caso, y el resto, como en un capitulo de House, resuelve el caso. El reto es combinar el mayor número de enfermedades, con el máximo de peculiaridades personales. Si se pensaba que iba a ser especial, se equivoca, porque seguramente el 99% de los allí presentes, ya habrá pasado por ello, y le explicará su salvaje experiencia, y de cómo miro a los ojos a la mismísima muerte. Aunque se trate de un simple resfriado. Hacen falta años de experiencia y dolor para llegar al nivel 5, el nivel de los sabios. Lo que se traducirá en la posesión de un bastón, gafas, dentadura postiza, y con suerte de un reuma.

A menudo ocurre, que el ambiente se caldea, y comienzan las disputas, con tal de saber quién de ellos sufre más. Las voces se alzan, los diálogos giran en torno a palabras desconocidas, que alguien optó por recogerlas en un gran volumen, conocido como Vademecum. Estas trifulcas, se dan con frecuencia, ya que el supuesto ganador, demuestra su poderío falleciendo tempranamente.

Y entonces, este universo se paraliza ante una presencia. Es la enfermera que llama al siguiente paciente. Por un instante el silencio reina, y la gente se relaja. Un código secreto, unas normas de conducta, entre las cuales se encuentra la de “no compartir su sabiduría, cuando en la sala aparece algún ser de bata blanca”. Así cuando pasen a la sala del Doctor, aparentarán analfabetismo enfermil, y asentirán sin parar. Pero al salir, y una vez en sus casas… ¡seguirán haciendo lo que les de la gana!

4.4.09

Jornadas laborables o la Historia interminable

Son las 7 de la mañana una legión de Zombies se dirige a ocupar la estación. Hoy parece que tienen mejor cara. Hoy se nota que es viernes. Nos montamos en el vagón rumbo a nuestro trabajo. Todos los días son iguales. Apenas puedes diferenciar uno de otro. El día se oscurece y volvemos a encontrarnos. Estamos cansados, y nos damos cuenta de que el día ya se ha acabado. Muertos en vida.



Las jornadas laborales no sólo no se pueden conciliar con la vida familiar; ni tan sólo dejan espacio para la vida en general. Te pasas la semana esperando que llegue el fin de semana, cuando por fin, te dejarán vivir. Gran parte de la culpa de esta muerte en vida, la tenemos los propios trabajadores, que aceptamos sin rechistar quedarnos horas extras para felicidad del jefe*. Por que con la gran excusa de “la crisis” nadie levanta la voz al jefe, ni cuestiona sus decisiones. Es como la fábula de “que viene el lobo”. Sin embargo en este caso, la historia nunca cambia. El lobo nunca aparece porque está entre nosotros, disfrazado de guía espiritual; y los aldeanos permanecen fieles a la palabra del cura del pueblo. Pero siguen devorándoles ovejas.

En mi opinión la Gran Crisis se produciría si al llegar la hora de salida, todos dijéramos ¡basta! He inmediatamente, abandonáramos nuestro puesto de trabajo. El mundo se ralentizaría ¿y qué? Para que avanzar, si ni tan siquiera lo podemos disfrutar. Esta ralentización, provocaría días más largos, la vida en la muerte.


Pero no conviene que los autómatas piensen, porque eso provocaría grandes movimientos sociales, que perjudican a la economía y a los curas de la aldea. Así pues, para que los alienados trabajadores no piensen, hay que mantenerlos distraídos ya desde bien temprano. Así, les regalamos infinidad de periódicos gratuitos (y un tren que nunca llega a la hora), que les harán reflexionar sobre las verdaderas cuestiones fundamentales de la vida: ¿Tiene Paquirrín nueva novia?¿Los Leo encontrarán su pareja ideal hoy?¿Dónde nació la mujer más vieja del mundo? Y con estos asuntos de vital importancia para el conjunto de la humanidad, evitamos que hablen, o se asocien entre ellos. Ya que quedaba muy mal volverlo a ilegalizar. Por eso me pregunto que pasaría si algún día se repartieran escritos de otra índole, como por ejemplo de agitadores como Noan Chomsky. Pues seguramente, removería conciencias que al mediodía ya estarían tan cansadas que dejarían las revoluciones sociales para otro momento.


*Felicidad del jefe: Véase aumentar su patrimonio.

3.4.09

Actitud perdida...


Resulta que tras estudiar durante media vida, eres incapaz de encontrar un empleo. Para algunos posees demasiada formación (o información) y para otros demasiada poca. Diariamente desayunas con Infojobs. Quizás por efectos del sueño, comienzas interesándote sólo por aquellos empleos que en la Universidad te dijeron que ejercerías. Poco a poco, y tras comprobar que no encajas en ninguna, tu nivel de exigencia comienza a bajar. Demasiado. Así pues un día recibo una llamada de una prestigiosa agencia de comunicación, para formar parte de su equipo. Eso sí, de becario. No confundamos bondad con estupidez. Por eso, misericordiosos ellos, aceptarán acogerme a mí, oveja descarriada, y me apadrinarán cual niño abandonado.

Ya en la entrevista, surgen los primeros problemas. Yo, en un intento por completar mejor mi formación, ¡ya había realizado mis prácticas universitarias! No obstante, ellos dieron rápidamente con la solución: ¡Te haremos un contrato laboral de 2 horas, y trabajarás 8! ¡Oh! La felicidad me inundaba. ¡Trabajar gratis! La ilusión de mi vida. Acepté en trabajo, por que doblaba mis ingresos mensuales hasta la fecha: cero euros. Antes de finalizar la entrevista, pedí dos días libres por asuntos personales. La respuesta fue: “Pues me los tendrás que pagar”. El colmo, en un minuto había pasado de trabajar gratis a pagar por ello.

Llegó el primer día, la primera semana… Tenía 1 hora y media para comer. “Puedes comer aquí, en la cocina”, me decían. Aunque yo sólo veía un microondas y una barra americana a un 1.30cm de altura, sin sillas. Resulta que una semana, el trabajo nos inundaba, e incluso yo “becaria” me tuve que quedar más de mi tiempo, del real, no del que figuraba en los papeles. No obstante, me marché antes que los demás, porque ellos tenían un salario normal y a fin de cuentas, yo sólo “trabajaba 2 horas como becario”. Vi algún que otro rostro fastidiado, pero nadie me dijo nada.

Ayer, cuando faltaban veinte minutos para salir, el jefe me llama a su despacho. Me dice que me despiden por mi ACTITUD. “…a veces sales a menos cinco, a menos tres…”, yo lo negué. (¿Qué te debo 3 minutos? Si quieres te los pago, serían uno 0.002 céntimos?). Para acabar con más buen rollo me dijo “…con esa actitud nunca triunfarás en el mundo de la publicad…”. ¿Qué actitud? ¿El dejarme explotar? ¿La esclavitud? Creía que ya la habían abolido…Tenía un contrato “de cara a la galería” como les gustaba llamarlo, de 2 horas y trabajaba 8. Cobraba 250e, cuando el sueldo de un becario oscila entre 300-350e. Pero tenía que sentirme afortunada, porque en una empresa de unas 11 personas, 5 éramos becarios y sólo yo cobraba. Teniendo en cuenta que las empresas reciben dinero por tener becarios, ¡calculen! Ahora mi pregunta es ¿quién no tiene actitud? ¿O deberíamos llamarlo ética?