4.4.09

Jornadas laborables o la Historia interminable

Son las 7 de la mañana una legión de Zombies se dirige a ocupar la estación. Hoy parece que tienen mejor cara. Hoy se nota que es viernes. Nos montamos en el vagón rumbo a nuestro trabajo. Todos los días son iguales. Apenas puedes diferenciar uno de otro. El día se oscurece y volvemos a encontrarnos. Estamos cansados, y nos damos cuenta de que el día ya se ha acabado. Muertos en vida.



Las jornadas laborales no sólo no se pueden conciliar con la vida familiar; ni tan sólo dejan espacio para la vida en general. Te pasas la semana esperando que llegue el fin de semana, cuando por fin, te dejarán vivir. Gran parte de la culpa de esta muerte en vida, la tenemos los propios trabajadores, que aceptamos sin rechistar quedarnos horas extras para felicidad del jefe*. Por que con la gran excusa de “la crisis” nadie levanta la voz al jefe, ni cuestiona sus decisiones. Es como la fábula de “que viene el lobo”. Sin embargo en este caso, la historia nunca cambia. El lobo nunca aparece porque está entre nosotros, disfrazado de guía espiritual; y los aldeanos permanecen fieles a la palabra del cura del pueblo. Pero siguen devorándoles ovejas.

En mi opinión la Gran Crisis se produciría si al llegar la hora de salida, todos dijéramos ¡basta! He inmediatamente, abandonáramos nuestro puesto de trabajo. El mundo se ralentizaría ¿y qué? Para que avanzar, si ni tan siquiera lo podemos disfrutar. Esta ralentización, provocaría días más largos, la vida en la muerte.


Pero no conviene que los autómatas piensen, porque eso provocaría grandes movimientos sociales, que perjudican a la economía y a los curas de la aldea. Así pues, para que los alienados trabajadores no piensen, hay que mantenerlos distraídos ya desde bien temprano. Así, les regalamos infinidad de periódicos gratuitos (y un tren que nunca llega a la hora), que les harán reflexionar sobre las verdaderas cuestiones fundamentales de la vida: ¿Tiene Paquirrín nueva novia?¿Los Leo encontrarán su pareja ideal hoy?¿Dónde nació la mujer más vieja del mundo? Y con estos asuntos de vital importancia para el conjunto de la humanidad, evitamos que hablen, o se asocien entre ellos. Ya que quedaba muy mal volverlo a ilegalizar. Por eso me pregunto que pasaría si algún día se repartieran escritos de otra índole, como por ejemplo de agitadores como Noan Chomsky. Pues seguramente, removería conciencias que al mediodía ya estarían tan cansadas que dejarían las revoluciones sociales para otro momento.


*Felicidad del jefe: Véase aumentar su patrimonio.

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