7.5.11

¡Ya están aquíiii…!

Sí, han vuelto. ¡Los políticos vuelven a estar de campaña! Bueno, si es que alguna vez lo dejaron…

Cuidado cuando salgas a la calle, allí estarán ellos acechándote. Cabezas gigantes observándote desde las farolas. “Vótame, vótame, o beso a tu hijo”. Con gestos imposibles y pelazos de impresión. Huye Sara Carbonero tu reinado pantene ha llegado a su fin. Con sus medias sonrisillas, que ríete tu de la Monalisa. Que por cierto, parece el primer cartel electoral de la historia. ¿Por qué, cuando se usa esa sonrisa? Esa de me rio pero no demasiado, no sea que se den cuenta de que me rio de ellos. Solo existen dos explicaciones para ese gesto: el uso indiscriminado y a tutiplén de botox, y las elecciones.


Si eres niño, anciano o inmigrante… estás en el grupo de riesgo. Te convertirás en la Belén Esteban de las Elecciones. Los políticos vendrán a besarte, sacarse fotos contigo, etc. Tan sólo hay una posibilidad de que todo esto empeore: ser Benjamin Butón negro. Es la verdadera razón del retorno a sus países de origen de muchos inmigrantes. Ellos lo llaman “la crisis”, pero en realidad quieren decir “la crisis de intimidad”. Son perseguidos y besados hasta la infinidad, lo que hace su estancia insoportable.

Pero el resto de los ciudadanos pronto comenzaremos a sufrir. En seguida vendrán los coches-serenata, las flores-voto, la lluvia radioactiva de panfletos, los besadores-profesionales… Todo vale por conseguirlo. Ya ha comenzado, ¡la caza al votante! Dios se apiade de nuestras almas…