Resulta que cada día los niños son menos niños. Es decir, crecen antes, aunque eso no quiere decir que maduren, ya que ese proceso se realiza normalmente a los 35 años, e incluso se dan casos de que se ha de provocar vía descarga eléctrica. Pues bien, como adulta de 3 años, una niña de Cáceres, ha recibido su borrador para declaración de la Renta. ¿Qué Renta? Una Barbie, un triciclo y una bolsa de chuches. Sí señores, señoras, niños y niñas, (que desde ahora también hacéis la declaración), hay que declararlo todo. Todo, todo y todo. Para suerte de nuestra pequeña, le toco a devolver. No, ha vomitar no; quiero decir que le devolvían dinero. Exactamente, 12 céntimos. Toda una fortuna. Ante lo cual, la implicada no duda que hará con el dinero, a pesar de constituir toda una locura. Ella se compraría ¡un chupa chups! Duplicando así su fortuna azucarera.
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