Tienes Facebook, luego ¡existes!

Se han fijado que desde que se inventaron el facebook, el fotolog… y todas estas cosas de Internet, ¿la gente no para de sacarse fotos? Sí, es verdad. Sales de fiesta y te sientes famoso. Venga flashes, y más flashes, como si con el garrafón que te han dado ya no fuera suficiente. Lo peor es que ahora tienes que sufrir la resaca y la vergüenza de por vida. Porque hay testimonio gráfico, y no sólo eso, ¡Está colgado en la red! Como

te subiste a la mesa, como te metiste al baño de señoras, como te acoso una mujer de 60, (no, no fue Marujita)… Ya no se respeta el alzheimer borrachil.

Pero esto de sacarse fotos, ya es una enfermedad. Porque no es como antes, que se llevaba hacer fotos en las que cortabas la cabeza a alguno, o salía tu dedo. Ahora hay que hacerlo con glamour. Sí, sí. Y claro con tanta foto, la gente termina posando 24h al día. Saco café en la maquina, y pongo un pie detrás del otro que me hace mejor, que se vea la marca. Hay gente que fuma con los dientes pegados, por si le sacan una foto. Se convierten en unos top models sin descanso. ¡Que tiemble Naomi Campbel!

Y luego claro, estamos el resto de los humanos. Esos que ni posando salemos bien. Hay gente, que es incapaz de abrir los ojos en una foto. En la del carnet, se los tuvieron que pintar con rotulador; y desde entonces ¡tienen que pintarse los ojos en los párpados cada vez que les piden el carnet!

En una foto sólo caben dos posibilidades: salir estupendo, o gracioso. Sí, esa es la palabra “gracioso”, que es como decir horroroso pero políticamente correcto. Eso sí, el gracioso, siempre proporciona buenos momentos al resto. Cuando los estupendos se sienten tristes, deprimidos, sacan las fotos del gracioso. Y se descojonan vivos, al son de “que majo es…”, “Veamos en Internet todas sus hazañas”…

Y es que cuando una madre te dice que eres antifotogénico, no poco fotogénico, sino ANTI, eso ya es una señal. Entonces te explicas porque hasta el perro tiene más fotos que tú.