Como habitante modelo y moderno del siglo XXI, yo también tengo un portátil, aunque no, el pobre no viaja mucho, ¿a dónde iba a viajar en una mansión de 40m2? No, a los que están pensando en llevarlo al baño, les digo que NO. Allí tengo cosas mucho más importantes que hacer: leer la etiqueta del Champú. Pues bien, en una muestra de cariño, he bautizado a mi PC como Chanquete. Sé que R2D2 hubiera molado más, pero ni es dorado, ni habla con la tostadora. Mi PC como gran fan de “Verano Azul” que es, ha decido dedicar su existencia al homenaje de ese gran personaje: Chanquete. Por eso, muere y revive constantemente, como Chanquete, y yo corro por el pasillo al son de “nooo, Chanquete a muerto!”, “y no he guardado el trabajo, noooooooo”, mientras miles de lagrimas inundan mi rostro. Me he planteado comprarme el caballo blanco, para ser más como Pancho, pero sólo me da para un pequeño Pony con estrellas en el culo y pelo multicolor. Vamos que parecería más una reina pérdida del día del orgullo gay, que otra cosa.
En un atisbo de inteligencia, detecto que el problema reside en la temperatura. Vamos, que está caliente. Él, no yo, que soy de colegio religioso ¡por favor! Le deben poner los altavoces, o ¡que se yo! Entonces cuál Macgiver casero, decido actuar. Me ato una cinta en la frente, (que eso ayuda a pensar), cojo chicle por si acaso, y decido colocar el ventilador de casa, tras el portátil. Y…¡tarán! Chanquete dejó de morir por un día. Lo único que me preocupa es que pensarán los vecinos de enfrente, que me veían nadando en mi sudor, mientras mi PC disponía de un ventilador sólo para él. En fin, todo sea por bajarle el calentón al ordenador. No Chanquete, no te ofendas, que todav.
¡¡Noooooooo, Chanquete a muerto!!
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