2.10.09

GRIPE B

Lo peor que le puede ocurrir a un hipocondriaco este año, es coger la gripe. La gripe B. Vamos, la de todos los años. Es como si un pijo vistiera ropa de los 60. No, no está a la última.

Vas a la consulta, y ya en la sala de espera, comienzan los primeros incidentes. Al segundo estornudo se paraliza la sala. Un silencio sepulcral se apodera del lugar. Las madres apartan a sus niños, suenan las campanas… El hipocondriaco, a punto de rozar el extasis, es interrumpido por una amable enfermera, de pelo en pecho, que dice: “tranquilos, es la gripe de todos los años. Nada especial”. ¿Nada especial? El hipocondriaco rompe en sollozos. Un año entero incubando ese virus, su virus, el virus más letal de su escalera… para que de repente, un felpudo titulado en enfermeria, lo eche todo al traste.

Afortunadamente para nuestro hipocondriaco, la espera iba durar horas, lo que suponía poder exhibir durante más tiempo su agonía. Una mujer cuya edad se había perdido en el tiempo, lo observaba. Finalmente le expetó:

- ¿Y a pobrado a tomarse una aspirina?

- Oiga, que estoy apunto de morir, un respeto

- Pero si es una gripe normal.

- Pues no. La mia es una gripe muy mortal, proveniente del congo. Una gripe… gripe… B. Una gripe B. Es mucho peor que la A, por eso se llama B…y no lo dicen en la tele para no asustar a la gente.

- ¿Y usted cuando ha estado en el Congo?

- ¿Yo? A menudo, a menudo…si… Visitando a la familia, ya sabe…

- Pues es usted muy blanco para ser de allá no?

- ¿Ve? Es la gripe B… La gripe Blanca…

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