24.11.12

Las elecciones catalanas al ataque

Ya sé que hoy es jornada de reflexión en Cataluña, y que además yo no voto en esas elecciones. Pero no puedo dejar de pensar, (mejor dicho de reflexionar porque es el día de reflexión), sobre los carteles electorales. Están ahí en la calle… pasando casi desapercibidos… pero fijaros, por favor fijaros. Parece que en esta coyuntura apocalíptica en la que estamos, los políticos se hubieran propuesto provocarnos una sonrisa o carcajada.

Imagen de aquí.


Para mí el cartel que más me intriga es el del PP. Ese cartel que durante un milisegundo crees que es parte de la campaña de ven ven a vitaldent. ¿Habéis visto alguna vez dientes más blancos que los de Alicia Sánchez Camacho? ¡No son blancos, son más que blancos! En la escala de blancos necesitarían un término nuevo. Estaría el blanco crudo, el blanco roto, el blanco nuclear, el ultrablanco nuclear, el blanco de la señora del futuro que no sabe que tiene el pelo beige… y más arriba de todos los blancos, el blanco Alicia. Yo creo si existe Dios, ella y Sánchez Camacho van al mismo dentista. De hecho creo que si hubiera un apagón, los carteles del PP iluminarían la ciudad. Eso sí que son energías renovables.

Otro de los carteles que más me gustan es el de ERC, con Oriol Junqueras al frente. Bueno al frente, al lateral, al fondo, a la izquierda, a la derecha… porque ocupa todo el cartel. Además parece como si el cartel estuviera pintado. Es mirarlo y pensar: “mira, ahí está Oriol Junqueras I el conquistador, rey de los catalanes. Seguro que viene de matar un dragón y cazar un jabalí para el almuerzo”. Sería más respetable como decoración de un templo que el homo Ecce.

La imagen que han escogido los del PSC es como ellos: sosa, sosa, sosa. De hecho es junto con la de Ciutadans, las de carácter más…farmacéutico. Pere Navarro podría ser la imagen de este año de “Gelocatil gripe”. Esa alegría en sus ojos, ¡ole, ole mi arma! Esa nariz congestionada. ¡Ole! Vamos que solo le faltan los pajarillos del anuncio atacándole.  Merecido heredero de su antecesor el alma de la fiesta el señor Montilla party, nos habla de la alegría de vivir, de la esperanza y de “que él no lo haría. Apadrina un Pere Navarro”.

El de Ciutadans, a parte de tener mal aspecto ¿Os habéis fijado en sus cejas? Son extrañamente hipnóticas. Tiene tanta definición la cámara que puedes contar los pelos de sus cejas. Además son muy diferentes una de la otra. De ve ser que una es catalana y la otra española. Toda una metáfora cejíl.

Bueno y el de CIU, el súper más Mas. Es verlo y ver al mesías. No sabes si pedirle un autógrafo o rezarle un Ave María. Lo gracioso es cuando ves el cartel dividido en dos, a los lados de una farola. El brazo de Más adquiere tal envergadura, que parece Mas Elastic man. Es el hombre omnipresente, capaz de pegarte una colleja si no sigues sus masdamientos.

En fin, que cada uno vote a quien quiera o que no vote. Pero hay que agradecer el humor de los políticos, o de sus publicistas a la hora de hacer campaña. Y tranquilos que en breve las ciudades dejarán de parecer un “pepito quiere ser tu amigo, ¿aceptas su solicitud de amistad?” y volverán a iluminarnos con anuncios de vitaldent. Si es que alguna vez dejaron de hacerlo.

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